Esto es que en lo alto de una montaña esta Jesucristo, que desde la cima le grita a uno de sus apóstoles, que se encontraba abajo del todo de la montaña:
- ¡¡Pedro!! ¡¡Corre sube!!
Al escuchar eso, el apóstol comienza a subir corriendo por la montaña hasta que se encuentra con unos guardias romanos que le cortan el paso y que le preguntan:
- ¡¿A dónde vas?!
- Mi señor Jesucristo me está llamando - le responde el apóstol - Tengo que subir...
- ¡Los cojones vas a subir! - le dice uno de los guardias al apóstol
- Si mi señor Jesucristo me llama - dice el apóstol - Yo subo... Tengo total fe en él...
- Bueno, bueno - dice entonces el otro apóstol - Te vamos a dejar pasar, pero a cambio, te tenemos que cortar un brazo
El apóstol no se lo piensa y deja que los guardias romanos le corten un brazo.
Aunque manco, el apóstol continúa subiendo por la montaña a toda prisa hasta encontrarse con otros guardias, que le dicen lo mismo que los otros:
- ¡¿A dónde vas?!
El apóstol les vuelve a decir a los guardias que su señor Jesucristo le estaba llamando y toda la historia, asi que uno de los guardias le dice esto:
- Pues no te vamos a dejar pasar...
En eso que se escucha de nuevo la voz de Jesucristo, desde lo alto de la montaña:
- ¡¡Pedro!! ¡¡Corre ven!!
Al escuchar eso, el apóstol se pone cada vez más nervioso hasta que les dice a los guardias romanos:
- ¡Venga! Déjarme pasar... Cortárme el brazo que me queda aunque sea...
Y asi se hizo: los guardias romanos le cortaron el otro brazo al apóstol, que continúo subiendo la montaña a toda prisa mientras que escuchaba a Jesucristo:
- ¡¡Pedro!! ¡¡Corre ven!!
Al fin, el apóstol llega a la cima de la montaña con sus dos brazos cortados, y le pregunta a Jesucristo:
- ¿Qué sucede señor?
- Mira Pedro... - le dice Jesucristo - ¡Desde aquí arriba se ve tu casa!