viernes, 21 de noviembre de 2008

Chiste de las tres almas


Esto está San Pedro hay en las puertas del cielo cuando de repente se le presentan tres almas al mismo tiempo, así que se les acerca y les dice:
- ¡¿Pero esto que es?! ¡Tres almas al mismo tiempo! Aquí solo queda sitio para una
- Pues a ver que hacemos - le dice entonces una de las almas al San Pedro
- Mirad - les dice San Pedro a las tres almas - Vamos a hacer una cosa: me vais a contar como os muristéis; y quien haya tenido la muerte más original entrará al cielo
- ¿Y con los otros dos que pasa? - dice entonces otra de las almas
- Los otros dos se van a tomar por culo - le responde San Pedro
En fin, que coge San Pedro a la primera alma y se la lleva a un rincón de las puertas del cielo, donde le pregunta:
- ¿Tu como te muriste?
- Pues yo - empezó a contar la primera alma - sospechaba que mi mujer me ponía los cuernos con un compañero del trabajo, así que un día salí antes de la oficina y me acerqué a mi casa, a ver si los pillaba infraganti... Y en eso que cuando llego a mi casa y meto la llave dentro de la cerradura, empece a escuchar un ruido de esos de ajetreo dentro de mi casa; así que me meto corriendo dentro y me encuentro a mi mujer ahí, tirada en el suelo, desnuda y con las patas abiertas ( ¡y encima la tía puta me dice que estaba haciendo yoga! ). Bueno, pues nada, que me pongo a buscar al amante como un loco por la casa hasta que escuche que alguiem estaba golpeando la ventana desde afuera, así que abrí la ventana y ya te lo veo, a un tío colgando de la cornisa y diciéndome que le ayudase a subir. ¡Los cojones!, fui a coger un bate de béisbol de mis tiempos mozos y empecé a arrearle de hostias hasta que se soltó y se cayó; pero fíjate si tenía suerte el cabrón que rebotó con un toldo y se cayó encima de unos arbustos. Vamos, que fui to encarnizado a la cocina, cogí la nevera y se la lancé desde la ventana con tan mala suerte que el cable se me enganchó en la pierna y yo me caí también por la ventana... y me mate
Después de escuchar aquello, San Pedro llama a la segunda alma y le pregunta:
- ¿Tu como te muriste?
- Pues yo - comenzó a contar la segunda alma - era un limpiacristales con futuro, y en eso que estaba un día limpiando los cristales de un piso veintisiete cuando de repente, se me rompió la cuerda del andamio y me caí hacía abajo. Pero como tengo buenos reflejos, me enganché en la cornisa del piso de abajo y comencé a darle golpes a la ventana para ver si alguien me ayudaba. Pero en eso que me abré la ventana un tío con los ojos rojos y cuando el pido ayuda, me suelta "¡Los cojones!" y empezó a arrearme de hostias con un bate de béisbol hasta que me tuve que soltar... Afortunadamente, reboté en un toldo y me caí encima de unos arbustos; pero entonces, cuando me levanté del suelo y mire hacia arriba, me veo una navera cayendo hacia mi y, bueno, que me cayó encima y me mato...
Tras escuchar aquella segunda historia, San Pedro llama a la tercera alma y le dice:
- ¿Y tu como te muriste?
- Pues yo - dijo la tercera alma - Era el amante de la mujer de un compañero mio del trabajo; y en eso que estaba un día follándomela en su casa cuando de repente escuché que su marido metía la llave dentro de la cerradura... ¡y no se me ocurrio otra cosa que esconderme dentro de la nevera!

1 comentario:

sergio_mh dijo...

Muy bueno el xiste cuando nos lo contaste en clase estas ke podia dejar de reir, la ostia caballero